La semana pasada presencié un debate entre jóvenes de los 4 partidos políticos que tienen representación en el parlamento uruguayo: Frente Amplio, Partido Nacional («los blancos»), Partido Colorado («los colorados») y Partido Independiente. En un momento una chica del Partido Nacional dice «nosotros no somos de derecha ni de izquierda, somos nacionalistas». No es la primera vez que lo oigo aunque generalmente en lugar de decir nacionalistas dicen «somos blancos». Me parece un poco vago, por lo menos digan que son de centro, pero decir «blanco» no le aporta mucha información a una persona que no tiene mucha idea sobre la historia política del Uruguay.
¿Qué problema hay con decir claramente cuál es tu ideología política/económica? Tampoco pido que entren en la encasillación de izquierda-centro-derecha pero hay varios términos que se pueden usar para describir la postura de un partido como ser liberal, social-demócrata, conservador, socio-liberal, etc.
Este «problema» no es exclusivo del Partido Nacional, creo que pasa en todos los partidos uruguayos (al menos en los más grandes). No creo que lo hagan con una intención en particular, creo que ni ellos mismos saben bien que son. Además adentro de cada uno de los partidos hay un mezcla tan grande de ideologías que sería muy difícil decir «tal partido tiene tal ideología». Por lo menos, en algunos casos, dentro de los partidos hay sectores que sí son bien identificables con una ideología en particular pero a veces no se entiende cómo pueden haber dos sectores tan distintos dentro de un mismo partido. Esto contribuye a intensificar la vaguedad de las frases «ser frenteamplista», «ser blanco» o «ser colorado».
El nombre de los partidos políticos tampoco ayuda mucho, ninguno de ellos te da una pista para saber qué piensan. En el caso del Partido Independiente yo me pregunto ¿independientes de qué? ¿de los otros partidos? Y sí, que se podría esperar, sería alarmante que un partido dependa de otro.
Para mi es una lástima que todo se dé de esta manera, creo que sería mucho más enriquecedor para la política uruguaya que los partidos definan mejor su postura e identificarlos por ella. En algunos casos el sentimiento partidario es totalmente irracional, como si se tratase de ser hincha de un cuadro de fútbol, un sentimiento que se lleva desde el nacimiento hasta la muerte pero sin ninguna explicación lógica. ¿Cómo es posible ser tan «hincha» de un partido del cuál ni siquiera se sabe con certeza cuál es su ideología? En el caso del Partido Nacional y Colorado (los partidos tradicionales) mucha gente los vota por tradición (valga la redundancia), porque la familia siempre los apoyó o porque creen en los ideales de un gran caudillo que vivió hace un siglo. En el caso del Frente Amplio mucha gente los votó buscando un cambio, buscando algo distinto a los partidos tradicionales, pero volvemos a caer en lo mismo: no se los vota por la ideología sino porque son la otra opción. No digo que siempre sea así, pero se da en unos cuantos casos.
Capaz que soy demasiado idealista, puede ser, lo que digo es cómo me gustaría que fuesen las cosas. Ojalá la sociedad tuviese discusiones y debates más serios a la hora de elegir un partido político. Deberíamos hacernos preguntas como ¿qué participación debería tener el Estado en la economía?, ¿quiero una economía abierta o proteccionista?, ¿cómo se debería promover la distribución de ingresos?, ¿cómo debería funcionar la educación pública, está bien que exista cogobierno?, ¿se deberían desmonopolizar algunas de las empresas públicas?, etc. Según las respuestas que tenga cada partido a estas preguntas, lo votamos o no.
También es cierto que es muy difícil que esto ocurra cuando el nivel educativo y cultural de la población está cada vez peor. A mi en el liceo nunca me hablaron de cosas como inflación, tasas de interés, libre mercado, tipo de cambio real o términos de intercambio. Creo que todos deberíamos saberlas; así como nos obligan a que todos estudiemos literatura y filosofía, también deberíamos estudiar economía.